martes, 1 de julio de 2014

LA AMISTAD


                             LA AMISTAD


Es una relación afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida.
La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes y sentimientos comunes. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo.

Puede haber relaciones amistosas donde interviene una persona y otro tipo de personalidad (ángeles, santos) o de una forma animal. Por ejemplo, algunas personas catalogan como amistad a su relación con un perro, no en vano a este último se le conoce como «el mejor amigo del hombre». También se puede dar la amistad incluso entre dos o más animales de especies distintas.






“Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere.







La amistad es sinónimo de amor. La amistad es confianza,  honradez, complicidad, saber aceptar los defectos y cualidades de la otra  persona, saber escuchar, encontrar soluciones en caso de dificultades, saber a  quién confiar ciertas cosas de nuestras vidas,… Es una comprensión sin  necesidad de hablar, es poder compartir las alegrías, las penas, las lágrimas, los  pequeños finales de felicidades, las dudas,… En definitiva: la amistad es una  bella mezcla de sentimientos.”
“La amistad entre dos seres, es confianza, compartir las  alegrías y las tristezas, las confidencias, no sentirse ni juzgado ni  envidiado. La amistad es una clase de amor, es un sentimiento muy profundo y  muy sincero, es noble, bello… “
“La gran Amistad, con “A” mayúscula, es rara,  única, y se encuentran  pocas en la vida. Y es felicidad, es pensar en el otro  sin cesar, tenerlo todo el tiempo en el corazón,… ¡Es algo grandioso!
“La amistad es un regalo. Es una llama gemela con  la que compartir alegrías, risas, tristezas, momentos de desesperación,… La  amistad no juzga, nos escucha y que comprende nuestro sufrimiento. Es un  sentimiento profundo, una comunión afectiva particular, una forma de amor  incondicional, de lealtad de franqueza y, sobre todo, fidelidad.”